domingo, 29 de mayo de 2011

Momento de relax

Qué rico es tener una cama grandota para poder dormir a pierna suelta, mi mamita siempre me deja dar una siestita en su cama. Y para suerte mía cuando están los otros gatos y yo subo, todos se bajan me queda toda la cama para mí solita. La verdad es que creo que huelo mal, debe ser el shampoo que usó mi mamita para bañarme, jijijiji.
Esta foto la tomó mi mamita y me decía "qué fresca eres", la verdad yo no me sentía fresca, me sentía calentita. Al irse mi mamá comentó "cuando sea grande quiero ser gato". ¿Qué raro?, ella ya es grande, además es humana ¿cómo va a ser gato?.
En fin yo seguí un rato más relajándome hasta que escuché que pusieron comida en mi plato y no me pude resistir, salí corriendo hacia la cocina.

Buscando un mejor lugar

Ya me estoy a costumbrando a mi nueva casita, los que todavía no se acostumbran a mí es mi nueva familia gatuna, jejeje. Me miran desde lejos y cuando me les acerco para lamerlos, se corren y eso que soy más chiquita que ellos. Creo que me tienen miedo o de repente huelo mal (jijiji).
Aquí estoy subida al centro de entretenimiento de los gatos, que fábricó mi abuelo o mejor dicho el papá de mi mamita humana. Es muy gracioso porque cuando yo subo, los demás gatos se bajan apurados y yo me quedo como dueña y señora de todo el mueble. Allá ellos.
En la fotito me ven buscando un mejor lugar para verlos a todos desde lo alto y luego saltar sobre ellos para hacerlos correr, jajajaja.
Verdad que soy una monada!!!!!

domingo, 22 de mayo de 2011

Cuando me encontraron

Qué difícil es, para alguien tan pequeñita, encontrarse en la calle sin entender que pasa alrededor, había muchos ruidos de carros y gente que caminaba y yo sólo quería encontrar un lugarcito en donde esconderme.
Corrí y estuve a punto de ser atropellada, gracias a Dios había un jardín en medio de la pista y me escondí entre las plantas, aún tenía mucho miedo y estaba llamando a mi mamita gatuna, ella no me escuchaba porque nunca vino a ayudarme, pero si encontré una mamita humana, que me sacó de entre las plantas y me abrazo muy fuerte, yo también la agarré muy fuerte y sin querer le clave mis uñas. Yo estaba aterrada, seguí llamando a mi mamita y miraba a todos lados a ver si aparecía, pero no, mi nueva mamá humana me llevó a su casita.
Estaba toda cochina y flaca de tantos días de estar en la calle, no sé cuántos, todavía no sé contar. Mi nueva mamá me dio de comer y me puso aguita. No me separé del plato por varios minutos, moría de hambre. Luego me dieron lechecita y me la tomé toda, mi panza se puso muy gorda. En una cajita pusieron una colchita muy calientita y me dijeron que ahí tenía que dormir y estaba tan cansada que cuando me pusieron ahí, me acurruqué y me dormí.
A la mañana siguiente mi nueva mamá me dió un baño y al quedar tan limpita me llamó Nube.
Y, si, aquí me ven recién bañadita, verdad que soy una belleza?. Me gusta mi nueva casa, hay otros gatos por ahí, todavía no los conozco ya que se esconden de mi, espero conocerlos pronto y seguro seremos grandes amigos. Tengo muchas ganas de jugar y creo que aquí hay mucho espacio.